Richard Stallman. El software libre: la libertad y el usuario

Hay personajes a los que hay que ir a ver cuando los tienes cerca y Richard Stallman es uno de ellos, si bien he de reconocer que no he seguido demasiado, cuando que daba una charla en Madrid no dudé en acercame; se ve que no he sido el único en pensar eso porque había más de 100 personas en una sala al completo. La Fundación Rafael del Pino le ha traido en una charla organizada por su asociación de becarios, lo que me ha servido para conocer también sus actividades y sus charlas que seguro repetiré. A continuación breve resumen de la charla con los comentarios propios en cursiva.

Habla de la libertad en el uso de informática como fundamento de su actividad, en ese sentido afirma que el Software libre es el que respeta la libertad del usuario. El software privativo divide a los usuarios porque no permite compratirlo y les genera impotencia porque no ven el código fuente.

Define 4 condiciones fundamentales para identificar que un software es libre:

0 – Se puede ejecutar como quieras
1 – Puedes estudiar el código y cambiarlo
2 – Ayudas al prójimo, distribución de copias
3 – Contribuyes a la comunidad, publicando los cambios que haces

Realmente son cosas bastante básicas pero suficientes para identificar la base de un software, por cierto curiosa forma de contar 4 puntos.

Estas cuatro condiciones son las que generan un sistema social ético.


Para Stallman es mejor no desarrollar software privativo, si quieres ganar dinero es mejor dedicarse a otra cosa. En el caso de las copias afirma que está mal hacer la copia porque rompes un contrato, pero también está mal no ayudar a tu amigo que lo quiere, la solución es no usar este tipo de programas, pero si hay que elegir entre ambos casos, es mejor copiar.

Como ejemplo de cosas que no permiten hacer nos pone el del libro de papel «de toda la vida» frente a los electrónicos. El libro lo compras anónimamente, lo puedes prestar, vender usado, conseguir de una bibilioteca, leerlo cuantas veces quieras y dejarlo años después a tus hijos. Con este ejemplo tan claro podemos ver cómo efectivamente con ciertos productos digitales tenemos menos libertades.

También destaca los problemas con las puertas traseras, que al conocer no ser visible el código no podemos conocer, esto da lugar a problemas de seguridad si unos programadores hacen cosas a espaldas de la empresa o si se ponen puertas traseras para el acceso a gobiernos o por parte de la propia empresa. Con el software libre siempre tienes control sobre tu propia máquina.

Stallman destaca también como los usuarios aceptan cualquier escándalo en el sentido tanto de la privacidad como de los errores, nos hemos acostumbrado a que las cosas sean así. No hay mucha transparencia ni muchos escándalos por los errores, el usuario no presta atención a lo que hacen con él. En esto tiene razón ya que hemos aceptado las cosas como nos las dan y lo que ocurra nos parece normal, cuando en otros ámbitos no es así.

Con el software libre no sólo es posible modificarlo, sino que permite contratar individual o colectivamente a alguien para hacerlo, esto genera un mercado libre de desarrollo y soporte, mientras que con el privativo se tiende al monopolio. Con las cuatro libertades antes mencionadas se lleva a la democracia, a que el control quede en manos de los usuarios.

Nos explica cómo crea en 1984 la GNU y cómo la aparición de un kernel como linux en 1992 permite cerrar el círculo y dotarnos más o menos de un entorno de software libre. Nos recuerda también como hay distribuciones de linux que no son libres, porque no cumplen los cuatro puntos, auqneu puedan ser de código abierto o gratuitas, pero que no entran en esos puntos por no valorar las cuestiones de la libertar, van al tema práctico.

Todo lo dicho se puede extender a cosas más comunes, prácticas, como las recetas de cocina, o educativas, donde las obras deberían ser libres así como las obras de referencia, algo posible tal y como demuestra la wikipedia. Insiste como sin la posibilidad de la copia los derechos de autor ser vuelven algo cruel e injusto. Sin que para mi quede muy claro cómo sería un modelo de rentabilidad para el autor rentable y justo, una de las grandes cuestiones en todo este tema.

También se debería permitir utilizar trozos de cosas para crear otras nuevas y aunque en muchos países esté permitido los DRM lo impiden y saltárselos va contra la ley, lo que lleva a una situación un tanto contradictoria.

Con el software instalado en servidores Web, veáse el Google Docs como ejemplo, también tenermos problemas, ya que perdemos el control, lo tiene y debe tenerlo Google que sí disfruta de las cuatro libertades, pero yo como usuario no. Y esto no se arregla si los servidores tienen software libre y copiable, yo he perdido el control de lo que hago, para tenerlo debo ejecutarlo en mi propia máquina. Un servidor web «normal» lo único que hace es darme acceso a otras publicaciones, eso es bueno. Hay que ver cada servidor para juzgarlo. En este caso el único remedio es no utilizar este tipo de servicios, hacerlo desde nuestras propias máquinas.

También insiste mucho en evitar el «gran hermano» es decir contra toda la información que se acumula como nosotros y que vamos dando nosotros mismos de distintas formas, como por ejemplo con las tarjetas de trasnporte con chip, saben de dónde a dónde vamos y cuándo lo hacemos. Las transacciones de las tarjetas de crédito o incluso los alquileres de bicicletas de París donde te identificas con una tarjeta dejando no sólo inicio y destino sino los puntos de paso a través de las pantallas de publicidad instaladas. Otros ejemplos son los pasaportes con chip o las cámaras de control en Londres. Caso aparte son los móviles que nos tienen localizados en todo momento, ya que incluso apagados pueden saberlo o se pueden encender remotamente. Muchos caso reales y en los que no solemos reparar de cómo vamos dejando un rastro de casi todo lo que hacemos.

Ahora nos cuenta cómo protegerse de algunas cosas de estas tales como pagar siempre que se pueda con efectivo, llevar la tarjeta de trasnporte envuelta en papel de aluminio e intercambiársela frecuentemente con otra persona y renovarla a menudo. Quitar la batería al móvil para evitar transmisiones… consejos «útiles» pero que demuestran la serie de incomodidades que tenemos que asumir para proteger parte de nuestra privacidas, lo que lleva a que a la mayoría de los usuarios nos interese renunciar por comodidad. En cualquier caso defiende que esa postura no está bien ya que perjudica a la sociedad entera.

En cuanto a la discusión de si las computadoras pueden adueñarse del mundo afirmaba que no hace años, ya que no tienen voluntad propia y siempre siguen instruccciones, pero pueden cumplir las órdenes como instrumentos de poder de una forma como nunca ha sido posible hasta ahora. Actualmente afirma que la informática es un peligro y que debe de ser juzgada por su capacidad de aumentar la tiranía.

Hay que limitar por ley los datos que se recogen y borrar lo máximo posible, usar lo imprescindible sólo por el tiempo necesario, para de esta forma protegerse del gran hermano. Terriblemente crítico con gobiernos y sus instituciones destaca que no se debe permitir el contribuir a dar esa información no por que uno mismo tenga algo que ocultar sino porque no es bueno para la sociedad.

Durante las preguntas insiste en los puntos tratados y hace una buena distinción sobre el software privado es decir con lo que hago o encargo para mi propio uso, aunque no lo distribuya, al no hacerlo no es privativo, puedo incomodar a alguien por no darle acceso pero no quito libertades por ello. Proyectos como Wine, que ejecuta aplicaciones para Windows en entornos libres, permiten no sólo la ejecución de este software privado sobre libre sino que también ayudan a la transición de los usuarios desde Windows al libre.


Tras la charla tuvimos ocasión de compartir opiniones con él y desde luego estuvo muy solicitado tanto para el debate como para las fotos.

Puntos de vista un tanto en el extremo, lo que se nota sobre todo en los temas para evitar el control y la toma de nuestros datos, pero necesarios para llamar la atención, es indudable que la mayoría de los usuarios permancemos impasibles ante lo que hagan con nosotros no sólo a cambio de ciertas comodidades sino por la costumbre de no poder participar. También muy buenas las reflexiones y ejemplos de cómo aunque no sea programador puedo contribuir a tener lo que yo quiero, simplemente pagándolo o asociándome con otros para pagarlo o hacerlo. Desde luego una charla muy interesante y una persona a la que hay que escuchar cuando se tiene ocasión.

También interesante la actividad de la fundación tal y como me explicaba Patricia que junto con Francisco organizan ésta y otras charlas a las que seguro asisitiré en un futuro y a los que veremos un día de estos por iniciador.

Actualización: otro resumen, muy claro, que he encontrado de Javier Vidal.

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